Netflix ascendió este verano a su Chief Content Officer (Ted Sarando) a co-CEO, junto con el fundador Reed Hastings.
Parecía que este modelo se estaba quedando obsoleto. Sin embargo, cuentan nuestros amigos John Gerzema y Will Johnson, co-CEOs desde 2017 de The Harris Poll, que tampoco es ninguna tontería.
El arquetipo de una figura gerente omnipresente, llevando el timón en la cima de la cúspide corporativa, es cada vez menos factible, dicen.
Claro que existen algunas excepciones (las hay, claro que las hay) pero el contexto actual se mueve rápido. Las organizaciones son más ágiles, menos jerárquicas y deben adaptarse a los cambios repentinos. Las nuevas tareas empiezan a ser innumerables teniendo en cuenta que, de base, las responsabilidades del CEO ya son conectar la empresa con el exterior y, a su vez, establecer la dirección estratégica de la organización y supervisar decisiones internas.
Conocimiento del consumidor, desarrollo empresarial, liderazgo estratégico, marca y marketing, estrategia empresarial, finanzas, operaciones, gestión de cuentas, cara pública, innovación…Son los dos hemisferios del cerebro siempre trabajando a la vez.
Y, ¿por qué comparto esto?
Pues porque si el sistema de co-CEO funciona para John y Will, y funciona también para Netflix, puede también funcionar para alguna otra compañía.
Además, Joe Procopio dice cuando se refiere al multitasking ejecutivo:
“La matemática de dar el 110% generalmente se divide en dar el 10% en 11 prioridades diferentes».
Y, en esta casa, como seguro sucede en la vuestra, somos del 110% entero.
Gracias por estar aquí, seguimos cerca.
– Verónica Ferrer, CEO de Pitaya Business.