No obstante, Red Hasting y Edin Meyer, cuentan en el libro No Rules Rules que si Netflix ha llegado donde está no es por el streaming, sino por su cultura.
Destacan tres aspectos: valoran a las personas, priorizan la innovación y, da libertad a los empleados/as.
«Aunque no puedes dejar a tus empleados/as libres y esperar que el negocio funcione como Netflix» – apuntan. Y esto es un matiz interesante:
La libertad verdadera nace de una cuidada planificación.
En esa planificación Netflix incluye: (1) alta densidad de talento, (2) altos niveles de franqueza entre managers y equipo y (3) eliminar controles que supongan una pérdida de tiempo para las personas (y de dinero para la compañía).
Con la franqueza son contundentes:
«Si no hablas cuando no estás de acuerdo, se te supone que estás siendo desleal a la compañía: porque podrías ayudar a mejorar el negocio, pero eliges no hacerlo».
Por cierto, anécdota startupera: en 1990 los CEOs de Netflix, intentaron vender la compañía por 50 millones a Blockbuster (que en ese momento valía 6 billones y tenía más de 9.000 establecimientos en todo el mundo). Pero, el CEO de Blockbuster, lo rechazó categóricamente. Diez años después, entró en bancarrota. Por culpa de Netflix.
La libertad verdadera nace de una cuidada planificación.
– Verónica Ferrer Moregó, CEO en Pitaya Business