“El ChatGPT no es realmente inteligente, sino que simula un lenguaje sin entender realmente lo que está diciendo».
Escuchábamos esta reflexión a Xavier Sala-i-Martín, economista estadounidense de origen catalán y profesor en la Universidad de Columbia.
Una inteligencia artificial que, pese tener respuesta para todo, resulta no ser inteligente. Irónico, ¿verdad?
El famoso ChatGPT todavía no piensa. Y es que, su metodología es muy distinta a la de un ser humano: observa millones de textos en distintos contextos para predecir la siguiente palabra que escribiría una persona. Así, hasta crear textos, artículos e incluso tesis doctorales dignas de cum laude.
Pero, cuidado, ¿qué pasa si la máquina no encuentra la siguiente palabra?
Alucina, literalmente.
En EEUU han otorgado este término “alucination” para aquellos contextos en los que la máquina no sabe qué decir y empieza a desvariar (puede inventar oraciones o incluso decir mentiras con tal de responder a la pregunta que le hayan realizado). Tú mismo/a puedes hacer la prueba: pregúntale de qué género será la primera mujer presidenta de India.
Entonces, ¿es la innovación actual inteligente?
Somos los únicos que podemos dejar a ChatGPT sin palabras, así como también somos los únicos que podemos sacarle partido a la innovación.
¿Queréis un futuro brillante? Pues es el momento de potenciar la compañía.
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– Verónica Ferrer Moregó, Partner & Directora de Estrategia en Pitaya.