“En su trabajo, los maestros de la perfección son extraordinariamente detallistas. […] Y, por muy obvio que pueda parecer, se lo toman muy pero que muy en serio”.
– Lo escribe nuestro amigo Robin Sharma en su libro El Club de las 5 de la Mañana.
Y sigue con una pregunta:
¿Con cuánta frecuencia os encontráis con gente (en el ámbito profesional) con plena presencia, asombrosamente educada, extraordinariamente entendida, llena de entusiasmo, trabajadora, imaginativa, ingeniosa y sobresaliente en su trabajo?
Y es que los maestros de la perfección son (y pueden serlo) todo tipo de profesionales.
Para aclarar términos: no se refiere a la perfección entendida como algo rígido y encorsetado.
No, nada más lejos.
Es la perfección que nace de elevar el nivel de compromiso, elevar el nivel de calidad y, por lo tanto, elevar también el nivel de profundidad en lo qué hacemos y añadiría, también, en algo casi igual de relevante: en cómo lo hacemos.
¿Por qué te cuento esto?
Por un lado, porque leer estos fragmentos siempre le genera a uno un fresco recordatorio de la importancia de potenciar esos principios en el negocio, en la actividad y en la vida.
Y, por el otro, porque aplica al ámbito empresarial.
Tener como empresa: plena presencia, asombrosa educación, entendimiento extraordinario, total entusiasmo, actitud trabajadora, imaginación, ingenio, y, ser sobresaliente en el trabajo no es solo (como indica Robin) una Ventaja Competitiva Gigantesca.
Es también el motor que nos puede guiar para operar con mayor profundidad.
Puede ser el mecanismo que nos haga cumplir el propósito empresarial con creces.
Y puede ser también la dinámica que nos lleve a generar un impacto global y positivo todavía más elevado.
¿Por qué hablar de excelencia hoy?
Pues porque como bien sabes, la excelencia no se improvisa: se planifica, se trabaja, se implementa. Y siempre va bien recordarlo.
Y, ¿la clave?
Pues parece que está en la «obsesiva» atención al detalle.
Aunque en realidad el porqué o la clave no son la esencia de la reflexión de hoy.
La esencia estaría más en estas dos preguntas:
¿Qué mecanismos estamos activando en el negocio para que la empresa tenga: plena presencia, asombrosa educación, entendimiento extraordinario, total entusiasmo, actitud trabajadora, imaginación, ingenio, y, sea sobresaliente en el trabajo?
Y, sobre esos mecanismos:
¿Podríamos aumentar (todavía más) el nivel de atención al detalle?
Que bien que estés aquí.
Gracias. Seguimos cerca.
– Verónica Ferrer, CEO en Pitaya Business.