¿A qué problema te enfrentas a diario que aún no ha sido resuelto?
– Lo pregunta Peter Thiel a sus empleados potenciales. Peter es fundador de varias empresas como PayPal, Plantir o el primer inversor externo de Facebook (entre mil empresas más).
Y yo, de haberlo sabido, me habría ahorrado mucho tiempo.
De haber sabido ¿el qué?, te preguntarás.
Pues cómo meditar. Esa práctica que (casi) todos los top performers mundiales describen como herramienta de sosiego, crecimiento y expansión.
No fue hasta después de años de intentarlo (entre tú y yo, con poco éxito) que conocí este tipo de meditación analítica (explicación simplificada, se recomienda acudir a alguna de las grandes tradiciones de meditadores si se quiere profundizar en la práctica).
«Meditar no es poner la mente en blanco. Meditar es aprender a escuchar qué hay adentro. Escuchar con atención. Conocer los lugares comunes de la mente. Conocer esos sitios favoritos donde siempre le gusta ir. Los pensamientos son a veces insistencias de algo que tenemos pendiente, de cosas por hacer, de asuntos que nos generan ansiedad y hasta que no nos ocupemos de ellos, no van a desaparecer.»
Interesante, ¿verdad?
Además, planteado así, meditar se hace mucho más fácil y natural.
Cuando uno se va ocupando de todos los «pensamientos insistentes» se vuelve cada vez más consciente y más ligero. Libera más potencial. Y, cada vez, tiene más luz que aportar a la humanidad.
Y, ¿qué tiene que ver con la gestión empresarial?
Pues más de lo que parece.
Porque en la mente de las figuras directivas (tu mente) y de las organizaciones empresariales también hay «sitios favoritos» a los que siempre se acaba yendo.
Esos sitios o pensamientos representan áreas en las que hay algo pendiente, cosas que se quedan por hacer o asuntos que generan ansiedad. Pero no solo eso: pueden ser también nuevas ideas de negocio (que nunca se acaban de lanzar), mejoras que se quieren incorporar (pero no se priorizan) o innovaciones que no se materializan.
Por eso, Peter, que es un chico listo, además de preguntar: ¿a qué problema te enfrentas a diario que aún no ha sido resuelto?, pregunta también:
«Dime un negocio fantástico que aún no haya sido creado por nadie.»
Quizá no es el caso de tu organización. Pero, si lo es, sabrás a qué me refiero.
Y, ¿en qué momento salen a la luz esas áreas pendientes? Pues eso lo sabes también.
Por ejemplo: a primera hora de la mañana, mientras se apura el café antes de que todos lleguen a la oficina (lo sé, ahora suena lejano, pero esta realidad volverá). En los consejos de dirección. En las sesiones de consultoría o, también, en las reuniones de departamentos.
En definitiva: cuando la organización se centra en analizar y reflexionar.
Cuando una organización toma consciencia de esas áreas pendientes:
¿Qué hacer con ellas?
Pues dicen que las cosas se dejan, se aceptan o se cambian.
Y que, ocuparse de ellas, suele generar un crecimiento exponencial de la organización a todos los niveles (y una disminución de costes de oportunidad).
Y, ¿cuál es el momento idóneo para hacer este ejercicio?
Esto ya lo sabes tú también. Y creo que también sabes algo más:
Que quizá no siempre es el momento idóneo, pero que siempre, siempre, aportará resultados tangibles.
¿Cómo lo ves?
Gracias por estar aquí,
Seguimos cerca.
– Verónica Ferrer, CEO en Pitaya Business.
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