¿Has oído hablar del concepto del Pizzómetro?
Se apoya en hechos históricos y es un concepto estudiado desde hace décadas por expertos en geoestrategia: el Pizza Meter, o Pizzómetro. Nació a partir de la Guerra del Golfo. En uno de los momentos de máxima tensión, funcionarios/as del Pentágono y la Casa Blanca pasaron la noche en vela trabajando y, ¿sabes que cenaron? Pizza.
El tema tiene miga: parece ser que pidieron pizza a un mismo proveedor, de manera que el pico de facturación de esa compañía en ese día fue espectacular. Lo confesó el propietario unos años después y así nació el término de pizzómetro: según la cantidad de pizza que se pedía por las noches significaba que alguna crisis potencial se estaba pasando. El término ha vuelto a la agenda setting a raíz de los acontecimientos de este pasado sábado noche.
¿Imaginas? Tienes contactos en Washington DC y, según el volumen de demanda nocturno, revisas tus decisiones financieras y de inversión.
Así que ya ves, los datos no están siempre en lugares obvios. En las empresas sucede algo similar. Pero, con una buena gobernanza del dato las posibilidades son infinitas. De hecho, en pitayanext, la división de innovación de pitaya decimos que hay 8 estadios de madurez de Data.
Primer nivel. Ser consciente que la compañía/área genera datos y su relevancia. Y no es solo tener presente que datos son generados, sino que existe una cultura del dato y las personas que los están manipulando (p.e la figura comercial que introduce los datos en el CRM) es consciente de esa importancia.
Segundo nivel. Tener identificadas las fuentes y los flujos de datos. ¿De dónde provienen los datos? Mapeo de sistemas y linaje de datos. De hecho, identificar el pizzómetro como fuente de datos estaría en este nivel ;).
Tercer nivel. Cuando las fuentes no solo están identificadas, sino que, además, son fiables. Se disponen de mecanismos para garantizar la calidad del dato.
Cuarto nivel. Las fuentes son consultadas y explotadas. No es lo mismo tener que utilizar. Aquí se dispone de una estrategia data-driven y capacidad de explotar los datos (ya sea de cara al interior o al exterior).
Quinto nivel. Cruzar (esos) datos internos con datos externos para enriquecer la inteligencia de datos (aquí cabría un Data Lake).
En el nivel cinco las cosas ya se ponen más serias. Le siguen el seis y el siete.
Sexto nivel. Con base en los datos se tienen modelos analíticos descriptivos y predictivos y se vincula con el Séptimo nivel. Se tienen herramientas de visualización de los datos (puede ser un Dashboard pero también en Excel, Website, PPT).
Y por último, el Octavo nivel. Aquí los datos pasan a la acción y se activan sistemas de alertas y reacción automatizada según los objetivos marcados.
Estos niveles no son estáticos. A veces en una empresa una área está en nivel cinco, y la otra en uno. O en un mismo departamento, un aspecto está en nivel ocho y el otro en el tres. Está bien. Lo importante es conocer el punto de partida para empezar a crear. Los clientes de pitayanext con los que trabajamos en proyectos de Data, lo saben bien.
«Sin datos no eres más que otra persona con una opinión» – dicen. Y sin duda la explotación del dato es una prioridad de las compañías de éxito, ahora más que nunca.
Por cierto, el sábado 13 de abril por la noche el pizzómetro no se disparó, ¿sabes por qué? Pues porque como descubrieron su efecto, ahora funcionarios/as tienen la consigna interna de no pedir todos al mismo proveedor y de, siempre que sea posible, pasarla a recoger en el establecimiento.
Pero que pizza cenan, vaya, esto no ha cambiado.
Datos, datos, datos. Siempre ahí para hacer magia.