«A menudo la experiencia va enterrando muy abajo las afirmaciones que deben cuestionarse en primer lugar».
Lo dice Chris Sacca de Lower Case Capital. Ha sido inversor de fase inicial de empresas como Twitter, Uber, Instagram o Kickstarter.
Chris remarca la importancia de «cultivar la mente del principiante».
¿Qué tiene de bueno un principiante, se pregunta uno, con lo útil que es para el negocio mi experiencia y toda la información que tenemos?
Es una buena pregunta. Y es que no se trata de convertirse en un principiante sino, de fomentar la mentalidad del principiante.
Estas son algunas características de esta mentalidad:
- Repara en las novedades sobre los temas: siente que debe entenderlo todo y, por ello, no pasa por alto aspectos que quizá, con experiencia, ni se plantearía.
- Tiene un radar especialmente sofisticado para detectar donde están las lagunas, qué falta o que no está funcionando: carece de inercias o hábitos estipulados.
- No tiene miedo a plantear preguntas aparentemente «tontas» que cuestionan principios arraigados. «Formular la pregunta tonta adecuada es a menudo los más inteligente que se puede hacer» dice nuestro amigo Alex Blumberg, empresario y periodista. Pone un ejemplo de pregunta tonta: ¿Por qué los bancos prestan dinero a gente que seguramente no podrá devolverlo?
De hecho, a nivel personal, la mentalidad de principiante se trabaja y se construye.
A nivel empresarial, como bien sabes, suele aflorar cuando se contrata una figura o empresa externa o, incluso, las primeras semanas de un nuevo fichaje. Y, por supuesto, también puede trabajarse [cómo generar un ecosistema organizacional capaz de mantener esa frescura daría para más de un Journal].
¿sabes por qué sacamos hoy el tema?
Pues porque, en un entorno volátil y cambiante, la estrategia del negocio suele ser más rica si combina el know how y el histórico de la empresa con cuestionar las bases y dinámicas actuales.
De hecho, este ejercicio de visualización suele ser muy útil:
Imagina que hoy fuera tu primer día en la empresa. Cruzas por primera vez la puerta del edificio. Hoy, tomas tu primer café en el office. Estás en el proceso de onboarding y te cuentan por primera vez los procesos y sistemas de trabajo. Te exponen también en detalle la cartera de servicios y de productos. Finalmente, te comparten los objetivos y estrategia de negocio para 2020/21.
Imagina, por un momento, que es así. Imagina, que partes de cero.
¿Se te ocurriría alguna pregunta tonta?
…
Es bueno tener presente lo que dice Sacca: «A menudo la experiencia va enterrando muy abajo las afirmaciones que deben cuestionarse en primer lugar».
Gracias por estar aquí.
Seguimos cerca,
– Verónica Ferrer. Consultora en Pitaya Business.