Acaba siendo el eje central de toda compañía que quiere crecer y ser líder.
La Cultura Corporativa.
De hecho, era el concepto más reiterado en vuestras respuestas a los 3 puntos clave de las compañías de éxito del 2023.
Pero, ¿qué tan gran desafío plantea la cultura organizacional?, y, ¿por qué sigue siendo el parámetro más importante cuando hablas con una figura directiva que quiere implementar innovación, nuevos procesos o crecer de manera exponencial?
Como sabrás, la cultura empresarial define la personalidad de una organización. Pero no es algo que las figuras directivas necesiten saber explicar, sino demostrar.
¿Por qué decimos esto?
Porque cultura son valores, creencias, acciones, pensamientos, metas y normas que comparten los miembros de una misma organización. Y una cosa es contarlo, pero la otra, que cale en el ADN de cada una de las personas de la empresa.
Por eso, en Pitaya, preferimos demostrarlo un método propio, infalible.
¿Cómo? Teniendo en cuenta una implementación que vaya de arriba abajo siguiendo cuatro parámetros esenciales.
(Estos cuatro parámetros parten de la base que la Cultura ya está previamente definida y plasmada en algún documento de acceso para todo el equipo).
Pero vamos a ello. ¿Cómo implementar la cultura corporativa?
La primera capa es…
1) El área de Governance: ¿las políticas de empresa son coherentes con la cultura definida?, ¿están actualizadas?. De nada sirve comunicar la cultura si no se refleja en la manera de proceder como organización.
La segunda capa consiste en…
2) Transmitírsela al área de liderazgo: ¿representan (y transfieren) los valores, creencias y pensamientos de la organización?. Funcionan aquí bien las Máximas de Liderazgo.
Y ahora ya se está listo para bajar a…
3) Los equipos: ¿su funcionamiento y operativa están conectados con la cultura?, ¿cómo transmitírsela y darles acceso?
Y así acabamos en…
4) Las aplicaciones: ¿cuáles son los elementos tangibles, soportes y dinámicas que evidencian esa cultura? Desde el tono de los mensajes de dirección, hasta el mensaje de un vinilo en la cafetería.
Seguir estos cuatro parámetros por ese orden hará aterrizar la cultura de la organización. Y remarcamos por orden. Porque bajar la cultura empezando por las Aplicaciones, sin haberla introducido previamente en el Governance, la convierte en una solución superficial, pero no profunda.
El objetivo: que no tengas que contarla, leerla, ni explicarla nunca más.
La cultura no se define, se de(muestra).
Y así lo aseguramos con PeopleTop y programas de RGenerate® Cultural de Pitaya.
Seguimos cerca, seguimos en movimiento.
– Verónica Ferrer Moregó, Partner y Directora de Estrategia en Pitaya.