Overload.
Tenía apenas doce años, pero, por algún motivo, se me grabó en la memoria. Era un día soleado de primavera y vino al colegio un ponente para compartir una charla relacionada con la educación. Dijo:
“El reto de vuestros padres, fue romper las barreras. La información a la que tenían acceso era muy limitada, la sociedad, más restrictiva. Ellos tenían que aprender a romper los límites;
En cambio, vuestros hijos, tendrán que aprender a ponerlos. Habrá tanta información disponible, que vuestro papel (como educadores) será enseñarles a ordenar y filtrar los estímulos recibidos».
Curioso, ¿no? Pues sí. Sin yo saberlo, esta fue la primera referencia que recibí de la llamada: la Era de la Sobreinformación (o como dicen nuestros amigos americanos: information overload).
Aplica al ámbito empresarial en la toma de decisiones.
Como bien sabes, para tomar decisiones de negocio, existen dos variables destacadas: el tiempo y la información disponible.
El clásico: ¿Tenemos la posibilidad de incorporar más información? ¿o esta es toda la que tendremos? Porque si “esta es toda la que tendremos”, no es necesario demorar más.
Lo interesante es que en un entorno cambiante, se suele priorizar solo el tiempo. Y, el tiempo, no suele ser un factor negociable. Pero ¿la información?: se esconde detrás de ella una oportunidad de rendimiento. ¿Cómo?
(1) Incorporando de manera regular nuevos inputs – y no de manera improvisada (tanto a nivel interno: business intelligence, data, orden; como externa: tendencias, ideas frescas, novedades) y (2) Trabajando la capacidad de almacenarla y visualizarla para que esté disponible siempre en el momento preciso.
Sí, es obvio. Lo sé.
Pero, tradicionalmente, en la estrategia de negocio: ¿crees que se le ha dado la misma importancia a la gestión del tiempo que a la gestión de la información?
Por un 2021 lleno de información inteligente.
– Verónica Ferrer, CEO en Pitaya Business