Una figura directiva puede tener el tiempo, los conocimientos, el equipo, el capital y la experiencia que, si le fallan el ánimo y las ganas, el resultado no será el mismo (y, aunque no se note «fuera» si lo notará por «dentro«).
¿Es posible perder el ánimo y las ganas en un reto tan interesante como es la gestión de una compañía?
Sí, puede suceder.
Aunque no porque sí. Habitualmente el ánimo y las ganas suelen perderse cuando hay desajustes en el ámbito de: balance (entre vital y profesional) y propósito (también entre el vital y el profesional).
A estas alturas, como figura estratégica, es probable que ya detectes qué te hace perder el ánimo y las ganas y lo cortes de raíz.
Mantener el ánimo y las ganas es crucial para el desarrollo y éxito de la compañía. Esto está fuera de duda.
Entonces, ¿por qué lo mencionamos?
Pues porque a veces se habla de cultura de empresa y EX (experiencia de empleado) y parece un poco abstracto.
En realidad, se podrían resumir como algo así:
Comprender y establecer mecanismos como compañía para que las personas que forman la empresa (además de tener los conocimientos, la experiencia, y la técnica) mantengan siempre el ánimo y las ganas.
Si tú necesitas mantenerlos, sabes que tu equipo, también.
Decía Carly Fiorina, que fue del 99 al 05 CEO de Hewlett-Packard: «Para construir una gran empresa, que es el trabajo de una figura de dirección ejecutiva, a veces hay que enfrentarse a la sabiduría convencional»