¿Sabes? Estés donde estés, en un tiempo, solo recordarás lo bueno que te está pasando ahora. Porque al final, lo bueno, es con lo que nos quedamos. Así lo predecían numerosos psicólogos y así lo aseguró Timothy Ritchie, de la Universidad de Limerick en Irlanda.
Hace ya 80 años que se propuso por primera vez la idea de que los recuerdos malos se desvanecen más rápido que los buenos.
Concretamente, en los años 30, los especialistas recogieron en un estudio realizado en EEUU lo que quedaba en la memoria de las personas después de irse de vacaciones, categorizando sus recuerdos en agradables y desagradables.
Semanas más tarde, los investigadores pidieron a los participantes que volviesen a recordar sus vacaciones. Casi el 60% olvidó las experiencias desagradables, mientras que solo el 42% de las agradables habían desaparecido.
Le llaman el fenómeno Fading Affect Bias (FAB) y ocurre cuando la información de emociones consideradas como negativas se borra de la mente más rápido que las positivas.
El Fading Affect Bias tiene implicaciones importantes en el bienestar emocional y la resiliencia de las personas (el aferrarnos a los buenos recuerdos -dejando atrás los malos- ayuda a lidiar con situaciones complicadas de la vida, así como a mantener una actitud positiva ante el trabajo).
Fading Affect Bias (FAB). Aspecto a tener en cuenta en los retos de People de la compañía.
– Verónica Ferrer Moregó, Partner & Directora de Estrategia en Pitaya.