Una innovación que, en menos de un año, subió las ventas de la compañía en un 25%.
Y una innovación que, nada tenía que ver con transformación digital (o, como nos gusta decir a nosotros, actualización digital).
Así fue caso de éxito de Heinz (sí, la multinacional número 1 en ketchup con unos beneficios netos atribuidos de 2.211,3 millones de euros en su último ejercicio).
Fue hace más 20 años, en 2002, cuando Heinz decidió llevar a cabo una investigación entre sus usuarios para comprender mejor sus hábitos de consumo. El mercado de las salsas, cada vez se estaba haciendo más competitivo y la compañía necesitaba conocer a sus potenciales clientes a la perfección.
Durante el estudio, descubrieron que el 70% de los consumidores guardaban la botella de ketchup en la nevera boca abajo para facilitar su uso y reducir el esfuerzo necesario. Este hallazgo, les llevó a idear una solución innovadora: ¿por qué no diseñar una botella específicamente pensada para ser almacenada y utilizada en posición invertida?
Dieron en el clavo. En los meses siguientes, la empresa experimentó un crecimiento vertiginoso: habían aumentado sus ventas en un 25%. Al parecer, los consumidores apreciaron la conveniencia y facilidad de uso que les ofrecía la nueva botella de Heinz. La competencia, sin embargo, quedó en suspenso.
En un mundo donde la transformación digital se ha convertido en una prioridad para muchas empresas, a veces es importante recordar que la innovación puede venir en diferentes formas y de diversas fuentes.
La innovación está en todas partes. Solo es cuestión de observar con la mirada adecuada.
«La innovación distingue entre un líder y un seguidor.» – Steve Jobs
¿La lideramos?
– Verónica Ferrer Moregó, Partner & Directora de Estrategia en Pitaya.