Todo el mundo conoce a los grandes atletas que han pasado por los Juegos Olímpicos dejando escritas páginas indelebles en la historia del deporte.
Existen, sin embargo, otras historias de otro tipo de deportistas, como el caso Eric Moussambani, el héroe que no sabía nadar.
Este nadador de Guinea Ecuatorial siempre será recordado como el hombre que, en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, hizo los 100 metros libres en 1:52.72 (una marca el doble de alta de la que emplean los campeones e, incluso, superior a los que nadan los 200 libres).
Moussambani siempre quiso participar en atletismo, pero el equipo de su país ya estaba completo y la federación le dijo que había una plaza en natación que les había destinado el Comité Olímpico Internacional (quien tenía un programa por el cual se permitía la participación a deportistas de países en vías de desarrollo aunque no alcanzaran la mínima).
Ante la falta de infraestructuras en su país, tuvo que entrenar en la piscina de un hotel, la cual era de 25 metros, un dato importante puesto que la primera vez que vio una piscina de 50 metros fue en los propios Juegos de Sídney. De hecho, la vio tan enorme que pensó que era de 100 metros y que sólo debería hacer el trayecto de ida.
Sus dos adversarios en la serie, hicieron salida falsa, por lo que quedaron descalificados. Por tanto, a Moussambani le tocó nadar solo. Fue al lanzarse al agua cuando todo el mundo pudo comprobar que estaban ante una persona que no era un profesional de la natación. Tras segundos de incomprensión, el público se puso a animar a Moussambani como si fuese el deportista del año.
Su actuación tuvo una repercusión mundial y se hizo tan célebre como los que ganaban medallas. Eso le animó a seguir nadando. Se trasladó a Barcelona, donde tenía familia, y llegó a clasificarse para Atenas’04.
Nos gusta la lección de negocio que se extrae de la actitud de Moussambani. Una visión clara, con constancia y fortaleza mental. Y es que, en Pitaya, sabemos que estas herramientas, acompañadas de un buen plan estratégico y un equipo motivado, te acercan a los objetivos de la compañía.
– Verónica Ferrer Moregó, Partner & Directora de Estrategia en Pitaya.
P.D.: Os dejamos por aquí link al ejercicio de Eric Moussambani en los JJOO de Sídney 2000, por si queréis echarle un vistazo.