Ha sucedido en Suecia.
Una investigación única de la Universidad Tecnológica de Chalmers ha resuelto que los edificios de hormigón pueden almacenar energía. Lo comunica la American Association for the Advancement of Science. El estudio empezó hace unos años. La doctora Emma Zhang se unió al grupo de investigación del profesor Luping Tang para buscar los materiales de construcción del futuro.
El resultado ha un concepto pionero en el mundo: una batería recargable a base de cemento.
El prototipo presentado (sin ser objetivo de este MidWeek entrar en detalles técnicos) involucra primero una mezcla a base de cemento con pequeñas cantidades de tiras de carbono cortas para aumentar la conductividad y la tenacidad de la flexión. Incrustada dentro de la mezcla hay también una malla de fibra de carbono recubierta de metal. La densidad de energía de la batería resultante es modesta respecto a rendimiento, pero esta limitación podría superarse gracias al enorme volumen que se podría construir si se utiliza en edificios.
Utilizar estructuras y edificios como baterías gigantes.
Esto ofrecería una solución a la crisis energética proporcionando un gran volumen de almacenamiento de energía. Aunque la idea se encuentra en una etapa muy temprana se valoran aplicaciones: alimentar LED, proporcionar conexiones 4G en áreas remotas o acoplarse con paneles de células solares para convertirse en fuente de energía.
Desde una perspectiva de sostenibilidad,el potencial de agregarle esta funcionalidad al hormigón podría ofrecer una nueva dimensión.
Y esta reflexión es la que nos gusta para aplicar al sector empresarial. Es algo que seguro que ya sabes, pero que de vez en cuando, está bien retomar.
Existe la posibilidad de que algo se transformen en sostenible (a nivel ambiental, económico, humano) si se aborda con la óptica adecuada.
Frescura, ideas nuevas y aproximaciones diferentes son requeridas, eso sí. Pero si existe capacidad de cambio:
¿Qué puede pararnos?
– Verónica Ferrer, CEO en Pitaya Business