Dicen que el millonario Warren Buffet dedica un año a decidir y un día a actuar.
Pero la afirmación no se queda aquí.
Especifican también que las consecuencias de esta actuación de un día, duran años.
Habitualmente en la vorágine de dirigir una compañía, la lógica se invierte: Se dedica un día a decidir, y lleva todo el año a actuar.
Y, por supuesto, tú lo sabes y nosotros lo sabemos. En una realidad activa no es habitual poderse demorar en decisiones estratégicas. Hay que dar respuestas rápidas y anticiparse a tiempo con información, normalmente, incompleta.
Pero, si tomamos este año/día en sentido metafórico, se abre el siguiente interrogante:
Si queremos compañías que duren décadas:
¿Estamos dedicando el tiempo que deberíamos a decidir?
– Verónica Ferrer, CEO de Pitaya Business.