Lxs niñxs nacidxs en diciembre.
Le dedicaba un capítulo en su libro Economía en Colores. Lo hacía Xavier Sala-i-Martín, Catedrático J. and M. Grossman de Economía de la Columbia University en New York y el Asesor Económico Principal del Center for Global Competitiveness and Performance del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. También investigador asociado del National Bureau of Economic Research y miembro del consejo de Catalunya de Telefónica y, por qué no decirlo, mi tío 😉
Dice algo así: se descubrió en Canadá con los jugadores profesionales de Hockey sobre hielo que la gran mayoría habían nacido en enero, febrero o marzo. Al inicio se pensó que era una anomalía estadística, pero, más tarde, se empezó a investigar lo mismo en otros deportes de élite y se observó que entre las élites de la mayor parte de los deportes el 85% de los profesionales han nacido en la primera mitad del año.
La pregunta que deriva de esto es: si el talento es lo único que importa para ganar, debemos suponer que el talento nace aleatoriamente, no por estaciones, ¿no?
Pero siguieron investigando. Y descubrieron que lxs nacidxs a inicios de año normalmente siempre serán más fuertes, juegan mejor a fútbol, leen mejor, suman y restan mejor. ¿Son mejores que los de finales? No, claro que no, simplemente son unos meses más mayores y, sin embargo, están en la misma clase. (Si tienes hijos, sobrinos, o amistades con hijos/as habrás visto la evolución desde el día que nacen hasta su primer cumpleaños). Pues esto repercute en la percepción social: los niños de eneroreciben siempre mensajes positivos tales como que son muy buenos, muy listos, que son avanzados para su edad mientras que los de diciembre no dejan de compararse con los niños de enero y, por lo tanto, pierden confianza en ellos mismos. Es solo consecuencia de como está organizada la formación.
En fin, cuando son mayores, esas diferencias se difuminan, pero lo distinto es lo que han ido viviendo durante su infancia. En el ámbito deportivo, los de la primera mitad salían a jugar más minutos en el campo en los partidos. Eran los seleccionados para chutar el penalti, se les exponía a más situaciones de superación. Se les animaba más. Sumaban más horas de experiencia. Y cuando llegaban a sus 16 o 17 años, a la misma capacidad física, tenían mucha más experiencia acumulada.
Mira, *|FNAME|*, no sé si tú eres de la primera mitad, o de la segunda, pero la teoría de Lxs Niñxs de Diciembre nos sirve para ilustrar que en tu compañía, en tu departamento, en tus equipos: el talento es importante, pero el cómo explotas el talento (y cómo gestionas el trato con el talento) lo es aún más.
– Verónica Ferrer, partner y directora de estrategia de pitaya/pitayanext