Provocación.
Esta fue su respuesta a por qué, desde su experiencia, había aprendido más en una semana en Harvard, que durante meses en una universidad convencional.
Estábamos tomando un distendido café (especialmente para él, vaya). Porque, a pesar del ambiente relajado, es difícil apagar la “libreta mental de notas” cuando estás hablando con un perfil como el suyo.
Profesor de Columbia, ha dado clases en las principales universidades de la Ivy League (Harvard, Yale). Eminencia en su campo, asesor de gobiernos y foros internacionales. Autor de varios libros y papers, etc.
Pero en fin, volvamos al distendido café.
Esta fue su respuesta a ¿cómo lo hacen en Harvard? (quién nos conoce sabe que en Pitaya somos infinitamente curiosos – y nos gusta preguntar-).
Nos puso un ejemplo.
La figura docente plantea a los alumnos de, por ejemplo, economía:
“Hoy la riqueza media, de un/a ciudadano/a medio, de un país medio, es infinitamente superior a la riqueza que atribuimos a los “grandes reyes” de la historia de la humanidad”. ¿Cómo puede ser? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Y, la asignación de los alumnos es resolver ese enigma. Justificarlo. Investigarlo. Exponerlo. Comprender. En ese proceso de respuesta a la provocación, es donde el aprendizaje se consolida y la persona saca su potencial.
¿Cómo puede ser?, ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
De aquí sacamos dos conclusiones.
1) La provocación intelectual es atractiva como método de desarrollo personal y profesional.
2) La provocación intelectual es atractiva como método para aplicar en las compañías, especialmente (y adecuándolo a cada campo), para los perfiles con más talento.
¿Se quiere potenciar el talento en la compañía? Desde dirección deberá trabajarse el cómo provocarlos/as más.
En Pitaya hemos creado PeopleTop®, un producto potenciador pensado para que, de manera ágil, tengáis muy bien resuelta un área relevante en un entorno cada vez más ambicioso: las personas.
– Verónica Ferrer, CEO en Pitaya.