Los robots no se ubican en sí.
Nos lo contaba un brillante ingeniero de software en referencia a los vehículos de guiado automático que desarrollan en su compañía (¿Sabes esos que son capaces de moverse por el almacén moviendo cajas de manera autónoma?).
No, ellos no son capaces de ubicarse a nivel global si no disponen de un mapa previamente cargado. Según afirmaba, esto (aún) no se ha logrado. Entonces:
– Un algoritmo carga el mapa de la planta (el marco está creado)
– El robot, aprende a ubicarse dentro de ese mapa (¿dónde estoy yo?)
– Y, una vez así, está listo para recibir órdenes (estantería cinco; sección A).
– Para desplazarse sin colisionar, utiliza sensores.
¿Sabes? De todo esto, nos llamó la atención un concepto: los robots no son capaces de ubicarse de manera absoluta. Necesitan un mapa previamente cargado.
El concepto «manera absoluta» lo he tomado de lo que llaman (que si te gusta la música, seguro que lo conocerás) «oído absoluto»: la capacidad que tienen algunxs profesionalxs de saber que un LA es un LA con solo escuchar la nota (sin haber tenido que escuchar previamente un SOL o un SI).
Me pregunto si las figuras directivas y las organizaciones somos capaces de ubicarnos en sí (oído absoluto), o si construimos nuestra localización en función de un mapa previamente cargado. ¿El mapa? El entorno geográfico, lxs consumidorxs, la competencia, el contexto jurídico y socioeconómico, el momento histórico.
Esto hace que unx se pregunte:
¿Puede tener sentido una organización en sí misma, sin un mapa donde ubicarse? Si, en cambio, es el mapa previamente cargado lo que nos define, ¿Cuán puede el mapa estar condicionando nuestra percepción de compañía? ¿Nos puede limitar un mapa cargado de manera incompleta? ¿Ampliar ese mapa – a nivel conceptual y estratégico – expandirá nuestra organización a nivel conceptual? ¿Invertimos suficientes recursos en definir ese mapa?
Sí, son varias preguntas, lo sé. Recién estamos de vuelta de Semana Santa y arrancando un nuevo ciclo.
Pero, entiéndeme, es que los robots no se ubican en sí. Según afirman, esto (aún) no se ha logrado.
– Verónica Ferrer Moregó, CEO en Pitaya.
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